Mirant el correu electrònic, he vist a la web de Nuestras Bandas de Música, un article dedicat al nostre músic Juan Vercher, també conegut a la Societat com el Vallero i com Don Juan, per ser el professor de Clarinet de diverses generacions d’ells com conseqüència de ser el professor de l’especialitat al Conservatori de València, i he cregut que val la pena recordar a un dels nostres millors músics, aprofitant la notícia, la qual reproduiré aci. Aquest és l’enllaç original de la mateixa: ENLLAÇ
Juan Vercher, una vida dedicada a la música y la enseñanza
Nuestras Bandas de Música en su afán de recuperar la figura de grandes músicos valencianos, dedicamos este homenaje a la obra del clarinetista, compositor y director de Tavernes de la Valldigna, Juan Vercher.
Nace en Tavernes de la Valldigna (Valencia) en mayo de 1940, un pueblo eminentemente agrícola y con arraigada cultura musical. Varios miembros de su familia eran músicos: padre clarinete, abuelo fliscorno, etc
Juan Vercher descubre su vocación por el clarinete en su entorno familiar y en la Sociedad Musical de su pueblo. Para su formación como músico y, en particular, para su formación como clarinetista, consigue su ingreso a muy temprana edad en el Conservatorio de Música de Valencia, bajo la tutela del prestigioso profesor Lucas Conejero García.
A los once años debuta en su ciudad natal con la interpretación del Concierto para Clarinete y Banda de D. L. Ayllón y poco después, también acompañado por la banda de música local, interpreta la Fantasía para clarinete “Erwin” de G. Meister, en el recién inaugurado Teatro Capitolio. Un alumno francamente adelantado.
Continúa su formación como clarinetista en el Conservatorio de Música de Valencia con excelentes calificaciones. Completa su formación musical en el Conservatorio de Valencia con estudios de Armonía y Composición y otras disciplinas, impartidas por eminentes profesores del Claustro.
Pronto pasa a ejercer como solista en la laureada Banda Santa Cecilia de Cullera, dirigida entonces por el joven Eduardo Cifre Gallego. Como solista de dicha banda cuenta en su haber con varios conciertos en Alcira, Cullera, Gandía, Sueca, Oliva, Játiva, Valencia, Elche, Monóvar, Santiago de Compostela, Murcia, Calatayud, etc.
En su constante empeño por mejorar su formación en el clarinete destaca su paso por la Universidad de Köln (Alemania) donde estudió el estilo clarinetístico alemán. Trabajó de manera práctica la metodología para el estudio del clarinete en los conservatorios de París, Milán, Bolonia, San Petersburgo, Moscú, Berlín, Bruselas y escuelas de EEUU.
En 1975 ingresa en el Quinteto de Viento del Conservatorio Superior de Música de Valencia, junto a Jesús Campos (flauta), Francisco Salanova (oboe), José Rosell (trompa) y Liberto Bonet (fagot). Este quinteto grabó diversas obras de autores españoles, así como el Concierto de Bozza para la Radio del Sureste de Alemania. Con acompañamiento de piano Juan Vercher Grau recorre teatros, salas, museos y la RTVE. Son memorables sus actuaciones con la pianista Mª Ángeles López-Artiga y su pionera actuación en el programa de televisión Café Concierto, junto al pianista Rafael Taléns Pello. También cabe reseñar la grabación de Soliloquio, interesante y difícil obra de estilo contemporáneo de José Antonio Orts.
Las críticas fueron de elogio: vasta y casi apasionada sonoridad, cuadratura rítmica, inverosímiles pianísimos, dulces vibratos, perfecta igualdad tímbrica, facilidad y limpieza en los pasajes de virtuosismo instrumental, fraseos en los movimientos cantabile, etc. (Mª Teresa Oller, Levante, Mercantil Valenciano, 2 de febrero de1979. J.L.Más y J.L. García del Busto en Las provincias, el 3 de marzo de 1979).
Otro capítulo artístico musical es su vocación por la dirección. Participa en los Cursos de Dirección impartidos por José Ferriz, director de la banda Municipal de Valencia. Fue director titular de la Banda Unión Musical de Gandía entre los años 1962 y 1971 y del Orfeón Gandiense del Círculo Musical obteniendo en esta larga etapa máximos galardones en los varios Certámenes y concursos en lo que participó.
Un hito importante en su formación como director de orquesta fue en 1969 cuando participa en el Curso Internacional Eliminatorio Meisterkurse dirigido por Wolker Wangenheim en Bonn (Alemania) quedando en primer lugar y dirigiendo la Sinfonía Nº 4 de Beethoven con la Orquesta de la Beethovenhalle en el Concierto de Clausura.
En múltiples ocasiones, Juan Vercher dirigió la Banda Santa Cecilia de Cullera cosechando importantes éxitos entre los que destaca su dirección, en 1970, de la Sinfonía en Re menor Op. 21 Edouard Lalo para Violín y que fue interpretado por el violinista y primo de Juan, Joaquín Palomares.
Con posterioridad, en las décadas 70-80 fue director titular de la Banda de Barx realizando una importante labor de educación musical, cargo que temporalmente compaginó con la dirección de la Banda de Sueca.
Como precoz puede considerarse también su faceta de compositor: apenas con doce años, motu propio, ya había compuesto la obertura Héroes en Acción, y escribía música para algunas representaciones teatrales del Patronato en la Parroquia de San José de Tavernes, un programa de formación y estímulo cultural para adolescentes que había implantado un nuevo y joven sacerdote, Ricardo María Carles Gordó, luego cardenal.
Concluidos sus estudios de composición con el maestro Palau escribió La Llave de un Misterio, poema sinfónico que se estrenó en Cullera, obra dramática cargada de grandes sonoridades y forma emotiva, no exenta de lirismo conmovedor. La obra se estrenó con la Banda Sta. Cecilia de Cullera. Algunas composiciones muestran raíces musicales del pueblo valenciano, pasodobles y marchas: La Nostra Terra, La Solana, Tuyo, Lucas Conejero (Pasodoble de Concierto), Lucas Conejero, Camaleón, Las tres cruces, Concha Monzó, Diana, Marcha Nupcial y Cortejo Fúnebre, entre otros.
La excitante obertura El gallo impertinente fue escrita en una sola noche fruto de la confluencia del desasosiego y la inspiración. Compuso la música para el Himno de San Francisco de Borja (Patrón de Gandía), San Pedro (marcha procesional), Presente y futuro de un canto académico (obertura), Música para Banda Sonora (obertura), Apocalipsis (Oratorio), El Camino de la Verdad (IV movimiento sinfónico), Concierto Revolucionario para batería y flauta, Tarantela para 4 ó 6 Clarinetes, Fantasía (Solo para Clarinete), San Juan el Bautista (cuarteto de cuerda), La Contienda (octeto de viento), Al amanecer, Ave María (coro e instrumentos de viento), Vigilia (conjunto de cuerda), música de Sol de Fontilles (coro y piano, coro e instrumentos de viento), Ubi Caritas (obra a 4 voces para coro), etc.
Punto y aparte merece la composición para clarinete y banda HEILIGENSTADT (nombre de un pequeño municipio, luego distrito de Viena, donde Beethoven escribió su célebre testamento).
La obra fue escrita con la inspiración musical de Juan Vercher y con la docta autoridad que sobre el instrumento posee. “Un concierto de clarinete a la medida de su autor”. “Una verdadera expresión de lirismo y fuerza imaginativa donde resaltan sus facultades como instrumentista, en el último movimiento con variaciones” (Salvador Borrás Renart)
La melodía directriz de la obra fue tomada por Juan Vercher de un “himno beethoveniano” que muy joven había escrito para loar la memoria del genio de Bonn. Su pasión por la música y su “devoción” por Beethoven hizo que naciera el denominado “Grupo Beethoveniano”: un grupo de educandos de la banda de música del pueblo, dos o tres mayores (José Franco y Eduardo Arnau Moreno) y otros menores, que Juan Vercher reunía para inculcarles entusiasmo por la música clásica, escuchando y comentando discos de Beethoven, la Incompleta de Schubert, o incluso la reciente Sinfonía 1905 (la 11ª) de Dimitri Shostakóvich, grabación a 33 r.p.m. importada de Francia por el propio Juan Vercher. Según se comentó en la Emisora Parroquial aquello era algo novedoso, en el pueblo y en aquellos tiempos en los que desplazarse a tomar clases al Conservatorio de Valencia no era una extravagancia, pero sí poco habitual.
Instrumentado para banda, y posteriormente para orquesta, el concierto Heiligenstadt fue estrenado por la Banda Santa Cecilia de Cullera, siendo su intérprete el propio Juan Vercher. El concierto se repitió en varias ciudades españolas con gran éxito. De nuevo en Cullera sería interpretado por el clarinetista Juan Vicente Puig, en este caso bajo la batuta de Juan Vercher Grau.
El 15 de febrero de 2015, Juan Antonio Fenollar Sala, clarinete solista de la Banda Municipal de Valencia, interpretó el difícil Heiligenstadt en el Auditorio Municipal de Cullera, junto con la banda sinfónica de la Sociedad Instructiva Santa Cecilia dirigida por Carlos Garcés Fuentelsaz.
Posteriormente, el 18 de octubre de 2015, Juan Antonio Fenollar interpretó de nuevo el concierto Heiligenstadt, esta vez con la Banda Municipal de Valencia, bajo la dirección de su titular Fernando Bonete Piqueras, en la Sala Iturbi del Palau de la Música de Valencia, con rotundo éxito.
En su etapa como maestro, destaca su labor como profesor Especial y, posteriormente, Catedrático del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia, actividad que simultaneaba con la realización de Cursillos y Seminarios de perfeccionamiento tanto Nacionales como Internacionales.
Fue profesor invitado en diversos actos como el VI Curso Internacional de Música Ciudad de Cullera (1988) con el patrocinio de la Consellería de Cultura, Eduació i Ciència, VI Ciclo de Perfeccionamiento Musical en Jaen (1993), el VI Curso Internacional de Música Ciudad de Sagunto (1995), etc.
Impartió conferencias en la Universitat de València así como diversas Clases Magistrales (Master Class) en ciudades como Madrid, Logroño y París. Esta última tuvo lugar en la sala Paul Dukas ubicada en las instalaciones de la Nueva Ciudad de la Música de París y fue invitado por Michel Arrignon, clarinete solista de la Ópera de París. Entre los asistentes, se encontraban el Sr. Arrignon, Paul Baronnat, (Director General de Buffet Crampon), Joseph Marchi (inventor del Sistema Marchi), además de otros renombrados representantes del mundo clarinetístico.
Destaca su obra didáctica compuesta por los métodos Tú y el Clarinete, Ejercicios y Caprichos, Escalas Mayores y Menores, Técnica para el Clarinete y arreglo de 10 Obras para Clarinete en la que se incluye su breve composición Juego. Por último, el libro El Clarinete ha sido resultado de toda una carrera profesional que culmina en la dedicación docente. La escritura del libro El Clarinete le ocupó los años más prolíferos de su vida; sus viajes por Europa, sus indagaciones en busca de una pista, de una ficha, de una documentación y de muchos ejemplos prácticos a lo largo los años como profesor en el Conservatorio. En definitiva, un libro que recopila la práctica absoluta de las posibilidades interpretativas del clarinete, su historia, la labor pedagógica y pone de manifiesto la posición relevante del clarinete en diversas obras de grandes compositores, así como los recursos del instrumento.
La búsqueda y perfeccionamiento de todos los recursos del clarinete constituyeron dos de los principales objetivos de Juan Vercher, con este afán diseñó los complementos para el clarinete Abrazadera polarizante y El Compensador. A partir de 1988 fue asesor instrumentista de la prestigiosa firma Buffet Crampon en España. Fue nombrado Doctor en Música por la Cofradía Internacional de Investigación de Toledo en 1998.
Juan Vercher falleció en Gandía (Valencia) en marzo de 2012 rodeado de amigos y familiares, dejando tras de sí una inspirada y amplia obra musical a la vez que un legado profesional de grandes clarinetistas que ocupan puestos como solistas tanto en Bandas como en Orquestas Sinfónicas Nacionales e Internacionales. Asimismo, su labor y entrega personal han contribuido a la formación de excelentes músicos que ejercen la docencia en prestigiosos centros de enseñanza.